martes, 10 de septiembre de 2019

Para hablar de ti




Cifras sobre trabajo infantil en Colombia 2018 - Vida - ELTIEMPO.COM

Para hablar de ti tengo que hablar del tiempo y mi silencio, de tanto mirarte me hurgas el alma, mi corazón exprimes y mis pensamientos abrazas en cada esquina… viéndote llevar tus fundas de frutas… viéndote llevar todo el sol en tus mejillas, tan rico y tan carente me desarmas…

Para hablar de ti hay que hablar de todos los viejos que crecieron solos, de las mujeres que siguen llevando el peso en sus espaldas y también solas, es el desamparo de los más débiles lo que está en tu mirada, los que a tu lado corren en las veredas, los que gritan con tu llanto…

Para hablar de ti mi garganta se contrae  y solo puedo escribir, eres la flor de las calles y la vergüenza de todos los que pasamos a tu lado sin regalarte un jardín, eres el reclamo de los semáforos que gritan que además de ciegos, nos estamos quedando sordos e indolentes…

Para hablar de ti hay que mirar un presente que está repleto de historia, de generaciones, de esa cultura que nos bendice y maldice con solo mirarte, de los pecados y las penitencias de un pueblo con la cerviz curvada a la fuerza y una frente alta que honra con laureles sus sienes por el trabajo…

Para hablar de ti hay que dejar que el vientre grite, que el cuerpo llore para pedirte perdón por tanto abandono, por tanta violencia y dolor, ése que llevas en tus hombros tan pequeñitos, ése mismo que sentiste por la vida que te arrebataron manos impunes…

Para hablar de ti, para que te vean, para que te sientan, para que nos duelas, para que importes, para ayudarte, para que vivas, es necesario hablar de ti mi corazón del Sur, del Centro y Norte… mi corazón blandito endurecido por el frío y el hambre…

Para hablar de ti solo hay que pasear y verte en cada almita de cara sucia… en cada mirada quebrantada y en las sonrisas alegres, repletas de inocencia y de esplendor… eres el color y el dolor de mis calles, eres la belleza triste de mi pueblo…

Para hablar de ti necesito sacar mi mejor traje, ése de colores vivos, ligero, limpio y brillante, ese que las Hadas usan para tiempos de Navidad, ese que invita a limpiarse el alma solo para mencionarte, ése que invita a colmarte de sonrisas y brindarte espacios cálidos de cariño, juegos y amor…

Trae tu manito hermosa, ven y descansa en mi regazo, abrígate en mi lar y mi sombra, permite que te carguen estos brazos… descansa y juega, sonríe y sueña… y después, ven a dormir mi angelito amado y deja de soñar con una escuela para ir a ella liberado, protegido y bien amado…

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