Para hablar de ti tengo que hablar del tiempo y mi silencio,
de tanto mirarte me hurgas el alma, mi corazón exprimes y mis pensamientos
abrazas en cada esquina… viéndote llevar tus fundas de frutas… viéndote llevar
todo el sol en tus mejillas, tan rico y tan carente me desarmas…
Para hablar de ti hay que hablar de todos los viejos que
crecieron solos, de las mujeres que siguen llevando el peso en sus espaldas y
también solas, es el desamparo de los más débiles lo que está en tu mirada, los
que a tu lado corren en las veredas, los que gritan con tu llanto…
Para hablar de ti mi garganta se contrae y solo puedo escribir, eres la flor de las
calles y la vergüenza de todos los que pasamos a tu lado sin regalarte un
jardín, eres el reclamo de los semáforos que gritan que además de ciegos, nos
estamos quedando sordos e indolentes…
Para hablar de ti hay que mirar un presente que está repleto
de historia, de generaciones, de esa cultura que nos bendice y maldice con solo
mirarte, de los pecados y las penitencias de un pueblo con la cerviz curvada a
la fuerza y una frente alta que honra con laureles sus sienes por el trabajo…
Para hablar de ti hay que dejar que el vientre grite, que el
cuerpo llore para pedirte perdón por tanto abandono, por tanta violencia y
dolor, ése que llevas en tus hombros tan pequeñitos, ése mismo que sentiste por
la vida que te arrebataron manos impunes…
Para hablar de ti, para que te vean, para que te sientan,
para que nos duelas, para que importes, para ayudarte, para que vivas, es
necesario hablar de ti mi corazón del Sur, del Centro y Norte… mi corazón
blandito endurecido por el frío y el hambre…
Para hablar de ti solo hay que pasear y verte en cada almita
de cara sucia… en cada mirada quebrantada y en las sonrisas alegres, repletas
de inocencia y de esplendor… eres el color y el dolor de mis calles, eres la
belleza triste de mi pueblo…
Para hablar de ti necesito sacar mi mejor traje, ése de
colores vivos, ligero, limpio y brillante, ese que las Hadas usan para tiempos
de Navidad, ese que invita a limpiarse el alma solo para mencionarte, ése que
invita a colmarte de sonrisas y brindarte espacios cálidos de cariño, juegos y
amor…
Trae tu manito hermosa, ven y descansa en mi regazo, abrígate
en mi lar y mi sombra, permite que te carguen estos brazos… descansa y juega, sonríe
y sueña… y después, ven a dormir mi angelito amado y deja de soñar con una
escuela para ir a ella liberado, protegido y bien amado…